8 RAZONES POR LAS CUALES apoyamos EL ANTI-MILITARISMO

-->

Texto modificado: Alvine Andersson

Antes que nada esta posición es apoyada por muchos colectivos, individualidades, filósofos, historiadores, científicos (ejm: Albert Einstein), etc; que organizadas de manera critica tienen propuestas interesantes

1. El militarismo no es sólo una guerra planeada, un ejército o un avión de combate. El militarismo es un sistema, una lógica y un conjunto de normas impuestas que modifica nuestras sociedades y nuestras vidas diarias. El poder es una herramienta política que nos puede ayudar a desafiar estas normas.

2. El militarismo pretende durar y permanecer mediante las rígidas normas de género y está basado en ideas hetero-sexistas de género que definen la masculinidad como físicamente poderosa y agresiva, mientras que la femineidad es sumisa y dócil.

3. El militarismo depende y recrea, un orden mundial racista y jerárquico que nos dice la vida de quién merece ser defendida y la de quién no es decir defiende sus intereses. La imagen “del otro”  debe cumplir ciertas normas como ser: blanco, heterosexual, sin discapacidad, hombre. Dentro del mismo ejército no existe independencia crítica, ni tampoco análisis de ningún tipo de situación, cultivan la diferencia en busca de mejor jerarquía.

4. La oposición al militarismo por parte de las comunidades y de otros grupos marginados viene de largo. Dichos grupos hace mucho que se dieron cuenta que el ejército no actúa en su propio interés. Ahora, son las otras facciones del movimiento antimilitarista las que necesitan reconocer este tremendo activismo antimilitarista y unirse a todos los grupos que luchan por el desarme en las armas nucleares, por la paz y la justicia.

5. La gente LGBTQ sigue sufriendo el ataque de ejércitos y gobiernos en todo el mundo. El Estado discrimina y sanciona la violencia contra la gente LGBTQ, en las comunidades militarizadas las tasas de criminalidad por odio aumentan, a la vez que las posibilidades para los transgresores de las normas y otros grupos marginados son reprimidos.

6. En la actualidad el ejército utiliza a las comunidades LGBTQ para legitimar sus actividades. Creando una (falsa) imagen pública de un ejército “moderno” y “abierto”, intentan obtener la aceptación del militarismo y de las “soluciones” militares. Este mal uso de su lucha para ser utilizados para legitimar la muerte o la destrucción.

7. Este sistema capitalista, patriarcal machista promueve y legitimista de la guerra. Un movimiento en contra de la guerra debe desafiar estas normas en sus propios movimientos y comunidades además de en la sociedad como un todo. Tenemos que abordar todos los problemas de violencia íntima, personal y estructural donde quiera que existan para crear unas culturas verdaderamente seguras y sostenibles que promuevan la verdadera justicia.

8. La escasez de agua, origen de conflictos bélicos para el siglo XXI. El uso no sostenible del agua, la deficiente gestión, la contaminación y el rápido crecimiento demográfico provocan la insuficiencia del preciado recurso natural y, por consiguiente, la carestía alimentaria y el aumento de tensiones en todo el mundo. La AUSENCIA DE AGUA no sólo acarrea hambre y miseria, sino que también es causa de enfrentamientos y conflictos bélicos.

Claro está, los movimientos o cualquier otro grupo – son excluidos, ignorados o no tomados en serio, fracasan drásticamente a la hora de las responsabilidades. Trabajar activamente para que nuestros movimientos sean más inclusivos, no nos convierte sólo en un movimiento más grande, sino que además ofrece espacio para más perspectivas y experiencias y nos hace más creativos y efectivos en nuestro trabajo contra el militarismo.

Nuestra liberación no se trata de de solo buscar la igualdad dentro de un sistema patriarcal y militarista, sino que trata de ir más allá de la política de inclusión y crear unas sociedades futuras justas, que no se dediquen simplemente a recrear sistemas de poder con distintos nombres.

"A seguir con la lucha, a triunfar definitivamente para conformar una nueva sociedad donde no haya ni pobres ni ricos, donde no haya armas, donde haya alegrías y respeto por el ser humano". Celebre frase de: Antonio Soto (1897 - 1963)